miércoles, 29 de agosto de 2012

Tengo de amigo a un serrucho.

Una vez leí un post que me dejó una idea increíble, hablaba de compartirle una mitad tuya a una persona que estaría gustosa de hacer lo mismo y contraté a un cirujano.


Desde entonces tengo de amigo a un serrucho, porque me pasó algo bien curioso, y es que en cuanto le dije a él que quería serrucharme el cuerpo por la mitad y que  le daría una mitad mía para que él me diese una mitad suya.
Me miró como si fuera un pimiento verde.
Y me dejó con la mitad colgando.
Se fue entero no sé a dónde. Y mi otra mitad también.Quizá porque estaba molesta o porque fue a buscarlo a él.
Y bueno; ahora sólo tengo un sólo ojo, un pulmón y un riñón. Y nada más le veo los dientes al serrucho como queriendo decirme que todo está bien.
La otra mitad no se la veo.

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Hola, te leo (=