veo mis pies sobre el concreto
a la espera de un eco que no retorna
y la luz verde del semáforo que duda, que duda del rojo y el amarillo
el mundo camina de prisa
como si supiera hacia donde se dirige
pero yo cuento mis pasos
entre la muchedumbre
¿hacia donde puedo ir?
si todas las calles son grises
si el canto de los pájaros ya no se distingue
y las risas y el llanto se eclipsan
y entre tanto, observo las copas, y los picos, y los techos
y las cúpulas que juegan en el cielo, que parece escaso
y alberga un sol artificioso, casi perfecto
que hace cárcel cualquier sombra
mientras la vida brota de cada esquina
con rostros desconocidos, a veces sonrientes,
yo aguardo los ojos
que tengan tu mirada.