jueves, 20 de noviembre de 2014

Perro.

Bien dijo Nietzsche alguna vez que arrepentirse es tan inútil como un perro que muerde una roca.
 Por lo menos el perro destrozaba su mandíbula en el imposible quehacer de deshacer la piedra,
¿pero yo que no tengo roca ni dientes?

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Hola, te leo (=